La Federación Económica de Mendoza desea hacerle llegar a todos los mendocinos su visión de cómo debe ser el retorno a clases del sistema educativo provincial.
Como se sabe, el año pasado y en circunstancias muy especiales por la pandemia, las clases tuvieron que impartirse en forma virtual.
Alumnos y docentes tuvieron que adaptarse en tiempo récord a nuevas formas de impartir y recibir conocimientos. Sin embargo no todos pudieron acceder a las herramientas que este gran desafío implicaba. El no poder seguir el ritmo que imponía la virtualidad, comenzó a generar desigualdad. Y esto es lo que no debería repetirse este año.
Es por ello que si la situación epidemiológica lo permite, las escuelas de Mendoza deben volver a la presencialidad, o tal como lo ha planteado recientemente el gobierno local, implementar un mix de presencialidad y virtualidad.
Para esto nos basamos en la información oficial sobre el estado sanitario provincial, en la cantidad de actividades que están funcionando con sus respectivos protocolos, pero sobre todo en el gran trabajo que ha desarrollado el sector de la salud y en el comportamiento que ha tenido la población en general.
También nos apoyamos en el reciente documento publicado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) que señala textual en uno de sus párrafos: “Es indiscutible que la escuela es fundamental para el desarrollo y el bienestar de las niños, niñas y adolescentes, no sólo para la adquisición de conocimientos sino también para el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado de aspectos nutricionales, de la salud y la realización de la actividad física”.
Es cierto que queda un largo camino por recorrer para vencer a este virus, la vacunación recién está comenzando pero somos optimistas. Es así que podemos afirmar que con esfuerzo, hemos aprendido que salud y economía son compatibles. Es imprescindible que todos valoren y mantengan este logro.
Sabemos que hay discrepancias al respecto, pero no podemos negar que la realidad del AMBA no es la de Mendoza. No es que seamos distintos. Lo que sucede es que nos comportamos de otra manera.
Abierta prácticamente toda la economía, queda ahora el enorme desafío de atender la educación porque sin educación y formación, lo otro es imposible. Sino ¿cómo generaríamos los profesionales que nos hacen falta para tener salud, empleo y oportunidades de crecimiento?.
No queremos dejar pasar por alto al sector de librerías y afines, al que recientemente desde la FEM le expresamos nuestro apoyo en su pedido por la vuelta a las aulas. De no atender su solicitud, los cierres y los despidos en el rubro serán moneda corriente.
Mendocinos: fuimos capaces de hacer coexistir salud y economía. Seamos capaces ahora de hacer lo propio con educación y presencialidad si las condiciones lo permiten.