El aislamiento social, preventivo y obligatorio establecido por el Gobierno Nacional para desacelerar el ritmo de contagios por coronavirus, provocó el cierre temporal de miles de pymes en todo el país. Ahora, con facturación cero y sin posibilidad de abrir sus puertas, los empresarios reclaman créditos a tasa cero, con el fin de pagar los salarios de sus trabajadores y evitar despidos.
En un esfuerzo por acercarse a esta situación, el gobierno nacional puso a disposición de las micros, pequeñas y medianas empresas varias líneas de créditos con una Tasa Nominal Anual (TNA) subsidiada del 24%.
A la línea se puede acceder por medio de bancos privados o estatales, se calcula que ya hay más de doce que ofrece este tipo de operatoria desde hoy. El Nación, uno de los juega más fuerte, ofrece a los empresarios pedir el equivalente a una nómina salarial, a devolver en un período de 90 días. El otro préstamo tiene como fin cubrir gastos de capital de trabajo. El monto máximo a solicitar será equivalente a un mes de venta y deberá devolverse en un plazo de 18 meses.
Empresarios consultados por Los Andes coincidieron en que, antes de que iniciara la pandemia, las líneas ofrecidas por el Nación hubieran resultado muy atractivas, sobre todo en un escenario en el que la inflación ronda anual proyectada ronda el 10%. Sin embargo, advierten que en este nuevo contexto, sin facturación y con un panorama a futuro incierto, la tasa del 24% y el plazo de devolución de tres meses parece insuficiente.
Por otro lado, muestran preocupación respecto a la parte operativa de los créditos, ya que las entidades bancarias deben permanecer cerradas y generalmente, el otorgamiento de los créditos demanda de la realización de trámites presenciales.
Tasas y plazos
Para comprender mejor por qué los créditos no “enamoran” al sector empresario, se debe analizar cada punto por separado. En lo que respecta a la tasa del 24%, hay que tener en cuenta que se trata de un porcentaje que está 21 puntos por debajo de la tasa de política monetaria del Banco Central -valor que se sirve como referencia para definir el interés de los préstamos- y 16 puntos por abajo de la inflación proyectada por el mismo organismo.
Los plazos, por su parte, están dentro de común para esta clase de préstamos. A simple vista, entonces, la oferta de los bancos es muy atractiva, pero no en este contexto.
“En otro escenario la tasa del 24% sería muy atractiva, pero hoy miles de empresas están cerradas y su facturación es de $ 0. Así, es imposible que se pueda reintegrar el préstamos en tiempo y forma”, opinó Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM).
“En el caso de la hotelería, por ejemplo, los escenarios más optimistas advierten que estarán cerrados por seis meses y los más pesimistas hablan de un año sin actividad.
Así, el plazo de tres meses y la tasa del 24%, es completamente insuficiente. Lo que necesitamos es tasa cero”, reclamó.
Se mostró de acuerdo Alberto Carleti, presidente de la FEM. “Hemos hecho pedimos formales al Gobierno Nacional para que se otorguen préstamos a tasa del 0%. Las actividades que más ayuda necesitan son justamente las que no pueden abrir sus puertas durante la pandemia. Es ilógico pensar que puedan pagar un crédito con un interés anual del 24%”. señaló.
“Entendemos y apoyamos las medidas sanitarias, pero se necesitan también medidas de índole económica para evitar que cierren empresas y se produzcan despidos”, agregó.
Fue más optimista Federico Pagano, presidente del CEM, quien consideró que “la tasa es buena en el caso del préstamo a 18 meses”, aunque reconoció que “es insuficiente para el de tres meses”.
Su mayor preocupación radica en la parte operativa. “Solo las empresas con créditos pre-aprobados pueden llegar a lograr cierta agilidad para tramitar los préstamos”.
La respuesta del Gobierno
Atendiendo a la preocupación de las cámaras empresariales, el Gobierno Nacional anunció que a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), creará el “Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción”. Según trascendió, a través del plan se reducirán significativamente los aportes patronales. Además, con un fondo de $380.000 millones, Anses pagará parte del salarios de las empresas que adhieran.