Frente al desplome del consumo: urgente apoyo a nuestras MiPyMEs.
Ante la última consulta de Sitio Andino para el presidente de la FEM, Santiago Laugero, emerge un diagnóstico claro y preocupante: nuestras pequeñas y medianas empresas atraviesan una recesión consumada, con descenso en ventas, empleo y expectativas, tras el espejismo de una “baja inflación” que nunca se tradujo en dinamismo económico.
Consumo en caída: sectores en alerta
Laugero destaca que, mientras algunos sectores relacionados al bien durable —como autos o inmuebles de bajo costo— muestran una tenue recuperación gracias al crédito hipotecario, otras actividades clave de la provincia están lejos de recuperarse. Esto incluye la gastronomía, turismo, comercio y producción alimenticia, además de pymes vitivinícolas y agrícolas como el tomate, durazno, frutos secos y ajo.
El factor común: baja demanda interna y cepo a las exportaciones, acompañados por una importación sin controles que colisiona con nuestra capacidad productiva.
Trabajo en retroceso
La caída del consumo impacta directamente en el empleo. Según Laugero, se observan reducciones de jornada, adelanto de vacaciones, aguinaldos en cuotas y eliminación de horas extra. La desocupación, nuevamente en cifra de dos dígitos tras la pandemia, representa un retroceso para la calidad y estabilidad laboral en la provincia.
Competitividad y costos: un llamado al consenso
El diagnóstico es compartido: «Hay un consenso importante respecto a la necesidad de poder tener un costo argentino más acorde tanto para los precios internos como para tener mejor competitividad externa», enfatiza Laugero
Sitio Andino
. Productores y pymes requieren un entorno fiscal y cambiario que les permita sostener márgenes, invertir y competir.
Propuestas FEM: refugiando el motor productivo
Las reflexiones del presidente de la FEM no son meramente descriptivas. Representan una hoja de ruta para la acción conjunta del sector privado y gobierno:
- Alivio de cargas salariales, con reducción o diferimiento de impuestos y aportes para las pymes más golpeadas por la caída del consumo.
- Líneas de crédito productivo adaptadas, que permitan financiar capital de trabajo y renovar inversiones sin tasas que asfixian.
- Control inteligente de la importación, acompañado por medidas compensatorias que favorezcan la sustitución de importaciones locales frente a dumping de productos extranjeros.
- Fomentar consumo local, por ejemplo a través de programas de “compra mendocina” o puntos que premien el uso de productos provinciales.
- Inclusión de MiPyMEs en compras públicas, aprovechando licitaciones para empresas con impacto social y territorial.
Conclusión: transformar la recesión en compromiso
El desplome del consumo representa un riesgo claro: sin intervención, las empresas seguirán cerrando, el empleo disminuirá y perderemos tejido productivo. Santiago Laugero lo confirma: no se trata de un problema pasajero, sino de una recesión con impacto real en Mendoza.
Por eso, desde la FEM hacemos un llamado a las autoridades nacionales y provinciales: es tiempo de apoyar la base de la economía. Formalizar, acompañar, financiar y proteger no es un lujo: es imprescindible para evitar que el actual goteo de cierres se transforme en una hemorragia irreversible. Solo así podremos garantizar el futuro productivo y laboral de nuestra querida provincia.